La imponente Sala de la convivencia, caracterizada por gruesas vigas de roble antiguo que sustentan el techo, la cerámica toscana y los mosaicos de travertino, es el corazón de nuestro b&b. Se trata de un lugar ideal para el descanso e intercambio de experiencias de viaje. El equilibrio perfecto entre tradición y comfort hace de esta sala un espacio ideal para dar la bienvenida a nuestros huéspedes y hacerlos sentir como en casa. En este amplio y acogedor salón podrás disfrutar de nuestro desayuno bufet con productos locales de alta calidad, así como de una agradable pausa antes de realizar excursiones por las innumerables propuestas que el lugar te ofrece: senderos naturales, parroquias, paseos en bicicleta y a caballo o disfrutar de los regenerantes baños de las cercanas termas en Rapolano. Por la noche, nuestra cocina profesional propone eventos (servicios no incluidos en las tarefas) como cenas temáticas, cursos de cocina toscana, degustación de vinos y distintos eventos para descubrir la rica enogastronomía de Siena.
El descanso
“Llegando en un día cualquiera
durante la puesta de sol
al Antico Granaione,
en la Sala de la convivencia
encontrarás un lugar de reposo listo para ti
tras las fatigas del viaje.
Dependiendo de la estación, podrás degustar
el jabalí que llega a estas colinas
desde los bosques de la Maremma
condimentado con enebro, pasas y chocolate.
O bien la panzanella,
cuyo pan, que nace del grano de estas colinas,
rueda feliz al mismo tiempo que juega
con el apio y los tomates del huerto
y la albahaca fresca, mientras que el aceite del olivo centenario
envuelve a todos con ternura y pasión.
O quizás encontrarás el queso pecorino,
que nace de la leche de los corderos
que escuchas balar en los prados de val d’Orcia,
enriquecido con miel de las abejas
que han robado la luz y el polen a los girasoles.
Mas cuando los ojos
de la linda muchacha que tienes enfrente
te miren
sin hablar,
como los ojos de las muchachas lindas saben hacer
cuando dejan de hablar
y comienzan a observarte,
no tendrás elección...
No percibirás ya ni siquiera el olor
del jabalí, de la panzanella o del pecorino
y no te quedará otra que invitar a tu hermosa flor
a seguirte.
De entre las siete habitaciones
coloridas del granero
tendrás que escoger solo
el color y el sabor:
cereza, salvia, glicinia, naranja,
menta, girasol y lavanda.
Mas elijas la habitación que elijas,
sus colores poco a poco se desvanecerán
y solo permanecerá
el negro de la noche
y el sonido de vuestra respiración„